DISTURBIOS EN CATALUÑA: IMAGINEN QUE FUERA AL REVÉS
Imaginen que todo lo que lleva haciendo el nacionalismo catalán 40 años, se hiciera en una supuesta Tabarnia que busca separarse de Cataluña.
Imaginen que todo lo que lleva haciendo el nacionalismo catalán 40 años, se hiciera en una supuesta Tabarnia que busca separarse de Cataluña.
El nacionalismo tiene en el «procés» un proyecto totalitario que ha excluido de la esfera social a la mitad de la población, haciendo creer a la otra mitad que es víctima de un estado fascista que les quita el dinero y la libertad, y que sus conciudadanos son invasores o colonos. Así pues, con el germen del odio anidado en buena parte de ellos, ¿cómo vamos a sorprendernos de que una manifestación acabe a porrazos y a tortas? ¡Pues normal, si es que no puede pasar otra cosa!
El nacionalisme va convertir la tragèdia dels atemptats del 17-A en una eina contra el govern, contra el rei i contra Espanya.
Ara, un any després, tot continua igual. En comptes de recordar les víctimes, continuen amb la obsessió del procés. Malparits!
Matar, para ETA, era un medio para la consecución de sus fines políticos. Sus viles asesinatos han sido una consecuencia, no su ser. Si ETA ha decidido dejar de existir, o más bien de matar, es simplemente porque cree que, para conseguir la secesión de las provincias vascas, ya no conviene matar. Ya no hace falta ni es políticamente rentable.
No podem parlar amb propietat de vaga ni d’aturada del país, sinó més aviat d’operació política i de boicot a l’economia del país. Les coses, pel seu nom: és un boicot.