El paripé de Puigdemont, retrato de un país
Sólo en un país enfermo hasta el tuétano puede darse semejante espectáculo sin que pase nada.
Sólo en un país enfermo hasta el tuétano puede darse semejante espectáculo sin que pase nada.
Si el propio Gobierno español odia a su país y se vende a los separatistas, ¿cómo nos van a tomar en serio nuestros enemigos?
La mejor manera de acabar con algo es vaciarlo de contenido, desnaturalizarlo.
Claro que habrá amnistía. Claro que habrá referéndum de autodeterminación. Lo llamarán de otra manera y arreando.
El socialismo es una enfermedad que acomete indefectiblemente, y por un alto designio de Dios, a toda sociedad que habiendo sido católica ha dejado de serlo.
Estaba la nación dividida en dos partidos (…) pero ninguno de ellos era infiel a la nación, ni enemigo de la patria.
La izquierda, en su pretendida superioridad moral, se revolverá siempre contra aquel que discuta su hegemonía cultural.
«Honrar la memoria y la verdad rescatando del olvido a los mártires tradicionalistas asesinados por el terrorismo nacionalista».. Ese es el propósito de ‘Una resistencia olvidada. Tradicionalistas mártires del terrorismo’, obra de Víctor Javier Ibáñez
Ahora ya deben estar más tranquilos estos monjes miserables y traidores, los cuales seguramente se debían de sentir pequeños en comparación con la talla gigantesca de los valientes héroes del Terç de Requetès de la Mare de Déu de Montserrat. ¡Sí, en catalán! ¡Sí, por Dios! ¡Sí, por España!
Totes les ideologies són, en el fons, religions polítiques.