LA PATALETA

Los niños, cuando no se salen con la suya, suelen reaccionar con una pataleta, es decir, lloran y protestan intentando que el adulto ceda. Lo que estamos viendo hoy en Cataluña con los cortes de carreteras y el asalto al aeropuerto de El Prat, con matices, no es más que una pataleta.

El nacionalismo catalán y su criatura, el procés, son a la política lo que un niño malcriado a la familia. El problema de esta gente es que vive en Matrix, en su mundo paralelo de mentiras que se han llegado a creer. Tienen tan interiorizados los mantras que sus líderes les inoculan vía Twitter, radio, prensa y TV3, que la verdad no importa. A estos energúmenos les da igual si, ciertamente, los políticos ahora condenados son culpables o no, porque en su mundo mágico son inocentes y no hay forma de hacerles entrar en razón.  Así las cosas, lógicamente, es imposible que puedan asumir de forma responsable las consecuencias de sus actos, empezando por los mismos que lo organizaron todo hasta el último paleto endogámico o estudiante gandul cortacarreteras. Exactamente igual que los niños. Organizan un referéndum ilegal e intentan impedir la labor policial -bajo órdenes judiciales-, por lo que, en consecuencia, la policía carga: pues no son  capaces de asumir que es lo normal, no hay manera; la culpa es de la policía, del Estado represor fascista y bla, bla, bla. Cortan carreteras, vías de tren, provocan disturbios, protagonizan agresiones… y además pretenden que les salga gratis. ¡Como los niños!

Incidents aeroport 14-O 2019
Normalidad democrática, versión nacionalismo catalán.

En su frustración, el monstruo infantil no se conforma con llorar y patalear, que va; además, tiene que tocar los cojones al prójimo que intenta seguir con su vida con normalidad, pues en su cabeza el mundo se acaba cuando no se sale con la suya y entiende que los demás deben compartir su indignación, por las buenas o por las malas. Por eso vemos a grupos de unos cuantos gilipollas cortando carreteras y perturbando las vidas de miles de personas. Lo peor es que mucha gente se resigna ya a tener que aguantar estas cosas, como si fueran normales o algo que tiene que pasar, como esperando a que el niño deje de llorar de una puñetera vez.

¿Por qué creen que han liado la que han liado precisamente en el aeropuerto? Porque el niño caprichoso quiere ser el centro de atención, quiere que todo el mundo llore con él y diga «pobrecito», lo mismo da con razón que sin ella.

Lo de menos es la condena, rebelión o sedición qué más da para ellos, aunque les hubieran caído seis meses hubieran montado el circo igualmente. Es más, es probable que si les hubieran absuelto hubieran sufrido un cortocircuito mental. Tranquilos, chiquillos, que pasarán poco tiempo en esa cárcel light de la que son huéspedes.

Y lo que es peor, es un niño malcriado y consentido por unos adultos que no han cumplido con su parte durante años, por eso estamos como estamos. Traducido: los sucesivos gobiernos de Madrid y las élites españolas tienen, como mínimo, la mitad de la culpa de todo lo que está pasando. España está como está porque no tiene casi quien la defienda, porque la atacan los que debieran defenderla y porque el español medio se ha aburguesado, ni más ni menos. Cuando acabemos mal nos  lamentaremos de las consecuencias y no habrá nadie que gire la cabeza mirando a las causas profundas, sobre todo la degradación moral y el acomodamiento de un pueblo antaño grande de lo que se deriva todo lo demás.

¿Responsabilidad? ¿Autocrítica? ¿Coherencia? ¿Razón? ¿Criterio? ¿Verdad? Eso no es para niños y, visto lo visto, tampoco para muchos adultos.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s