El viernes pasado se filtró a los medios de comunicación una conversación telefónica entre Lluis Salvadó, exsecretario de Hacienda de la Generalitat, y otro interlocutor en la que bromeaban, con un gusto discutible, sobre la dificultad que entrañaba encontrar una persona adecuada (debía ser mujer) para el cargo de consejera del departamento de educación.

Entre risas, el interlocutor de Salvadó alude a la mujer del Poc Honorable Puigdemont: «¿La mujer de Puigdemont no es rumana? Supongo que ella sí que accederá», a lo que Salvadó responde que «están buscando una rumana, vía la mujer de Puigdemont, o una brasileña, que son resultonas». El hombre que habla con Salvadó afirma que «encontrar mujeres [para el cargo] es misión imposible. Es más fácil inaugurar un auditorio que encontrar mujeres», y es la respuesta de Salvadó la que, tras hacerse pública, ha levantado la polvareda mediática: «Pues mira, a la que tenga las tetas más gordas se lo das y ya está. Y te quedas tan ancho».

Cada uno sabrá qué opina sobre la conveniencia de que dos personas, una de ellas al menos personaje relevante de la política catalana, se expresen en estos términos, pero hay un detalle que no debería pasarse por alto: Esta era una conversación privada entre dos personas que, al parecer, son amigos.

Lógicamente, las reacciones no se han hecho esperar y todas las formaciones políticas, sin excepción, han pedido que Salvadó, que ha pedido disculpas, deje de ser diputado del Parlament.

No es la intención de este escrito defender a Salvadó, pero sí denunciar la hipocresía de todos los adalides de la defensa de la libertad de expresión que, curiosamente, la defienden sólo cuando les interesa, y lo vamos a demostrar.

LO QUE LOS PROGRES O NACIONALISTAS SÍ CONSIDERAN LIBERTAD DE EXPRESIÓN

Por ejemplo, silbar el himno de España:

«Por lo visto exhibir banderas preconstitucionales es gratis y, en cambio, ejercer la libertad de expresión es castigado y multado, no entiendo qué tipo de estado democrático es este».

Neus Munté, ex presidenta de la Generalitat.

Quizá les suenen por haber salido últimamente en los medios un par de raperos comunistas, un tal Pablo Hasel y un tal Valtonyc, unos genios de la música y promotores del buen rollo. A ambos les han condenado a penas de prisión, y no por cantar mal, sorprendentemente, sino porque los chavales tienen el twitter un poco suelto y el micro picantón. Uno es admirador de los GRAPO y cree que vive en la Unión Soviética; el otro, un artista componiendo. Son unos chicos majos (bueno, uno la verdad es que uno es bastante feo, con un bigotito a lo Cantinflas) que cantan cosas tan educativas como estas:

«Dicen que pronto se traspasa la cloaca de Ortega Lara y muchos rumorean que Rubalcaba merece probarla, complejo de zulo mi casa a ver si un día secuestro alguno y le torturo mientras le leo al Argala [miembro de ETA]».

«A ver si ETA pone una bomba y estalla» / «Mataría a Esperanza Aguirre, pero antes, le haría ver como su hijo vive entre ratas».

Valtonyc

«[ETA y los GRAPO] son ejemplos de resistencia».

Pablo Hasel.

Bueno, pues sí, a estos tipos defiende la progresía (Ada Colau, por ejemplo) apelando a la libertad de expresión. Letras que promueven el asesinato y la tortura, todo muy instructivo. En cambio, las groserías de Salvadó en una conversación privada le inhabilitan para el cargo público, según la alcaldesa de Barcelona, que ha respaldado en su cuenta de Twitter a los dos raperos.

Son sólo un par de ejemplos del curioso criterio que tienen algunos a la hora de defender la libertad de expresión.

LO QUE LOS PROGRES O NACIONALISTAS NO CONSIDERAN DIGNO DE EXPRESAR LIBREMENTE

• El obispo Xavier Novel fue asediado y abucheado en Tàrrega, donde tuvo que ser protegido por la policía, por cuestionarse si la homosexualidad en Occidente no estará relacionada con la ausencia o desvío de la figura paterna.
• El padre Custodio Ballester, de l’Hospitalet de Llobregat, es una víctima recurrente de la nueva dictadura. Fue absuelto de la denuncia que presentaron contra él por homofobia, al manifestar en su parroquia que ser gay «todavía es pecado por mucho que lo promuevan los poderes públicos» y que «la sociedad acabará pensando que esto de ser gay está bien y que es guay», añadiendo que las leyes hechas a medida «nos llevan hacia una dictadura en la cual no se puede discrepar».
• Philippe Ariño es un joven homosexual cristiano que defiende que los homosexuales no tienen que tener pareja ni practicar sexo. En febrero de 2017 vino a Barcelona a hacer una conferencia y, como sus planteamientos no gustan a los colectivos LGTB, rápidamente pidieron la prohibición de la charla (PSC, ERC y CUP se subieron al carro). ¿Pero qué se ha pensado esta gente? ¿Es que todo el mundo tiene que pensar y decir, por cojones, lo que a ellos les parece bien? Piden respeto, tolerancia y libertad, pero, miren por dónde, no es recíproco. Como dice el refrán, «consejos vendo y para mí no tengo».
• ¿Y qué decir de la campaña mediática y política desatada contra el famoso autobús de Hazte Oír? Recorrió Madrid con el mensaje «Los niños tienen pene. Las niñas tienen vagina. Que no te engañen». El autocar en cuestión fue inmovilizado desde el mes de marzo, argumentando el Ayuntamiento de Madrid, varios medios de comunicación, asociaciones LGTB y el juzgado número 42 de la capital que el mensaje era ofensivo, homófobo y a saber cuántas cosas más.

Lo peor de todo es la hipocresía de los nuevos inquisidores, que defienden la libertad de expresión según les convenga a ellos, poniendo a los pies de los caballos a un político que metió la pata en una conversación privada (conviene remarcarlo: PRIVADA) mientras apoyan a simpatizantes de asesinos, la blasfemia o el ultraje a los símbolos de España.

---

CATALÀ

CORRECCIÓ POLÍTICA I LLIBERTAT D’EXPRESSIÓ

El divendres passat es va filtrar als mitjans de comunicació una conversa telefònica entre Lluis Salvadó, exsecretari d’Hisenda de la Generalitat, i un altre interlocutor en la qual bromejaven, amb un gust discutible, sobre la dificultat que comportava trobar una persona adequada (havia de ser dona) per al càrrec de consellera del departament d’educació.

Entre riures, l’interlocutor de Salvadó al·ludeix a la dona del Poc Honorable Puigdemont: «La dona de Puigdemont no és romanesa? Suposo que ella sí que accedirà», al que Salvadó respon que «estan buscant una romanesa, via la dona de Puigdemont, o una brasilera, que són resultonas». L’home que parla amb Salvadó afirma que «trobar dones [per al càrrec] és missió impossible. És més fàcil inaugurar un auditori que trobar dones», i és la resposta de Salvadó la que, després de fer-se pública, ha aixecat la polseguera mediàtica: «Doncs mira, a la qual tingui les tetes més grosses l’hi dones i ja està. I et quedes tan ample».

Cadascun sabrà què opina sobre la conveniència que dues persones, una d’elles almenys personatge rellevant de la política catalana, s’expressin en aquests termes, però hi ha un detall que no hauria de passar-se per alt: Aquesta era una conversa privada entre dues persones que, pel que sembla, són amics.

Lògicament, les reaccions no s’han fet esperar i totes les formacions polítiques, sense excepció, han demanat que Salvadó, que ha demanat disculpes, deixi de ser diputat del Parlament.

No és la intenció d’aquest escrit defensar a Salvadó, però sí denunciar la hipocresia de tots els capdavanters de la defensa de la llibertat d’expressió que, curiosament, la defensen només quan els interessa, i ho demostrarem.

EL QUE ELS PROGRES O NACIONALISTES SÍ CONSIDEREN LLIBERTAT D’EXPRESSIÓ

Per exemple, xiular l’himne d’Espanya:

«Segons sembla exhibir banderes preconstitucionales és gratis i, en canvi, exercir la llibertat d’expressió és castigat i multat, no entenc quin tipus d’estat democràtic és est».

Neus Munté, expresidenta de la Generalitat.

Potser els sonin per haver sortit últimament en els mitjans un parell de rapers comunistes, un tal Pablo Hasel i un tal Valtonyc, uns genis de la música i promotors del bon rotllo. A tots dos els han condemnat a penes de presó, i no per cantar malament, sorprenentment, sinó perquè els xavals tenen el twitter una mica solt i el micro picant. Un és admirador dels GRAPO i creu que viu en la Unió Soviètica; l’altre, un artista component. Són uns nois macos (bé, un la veritat és que un és bastant lleig, amb un bigoti estil Cantinflas) que canten coses tan educatives com aquestes:

«Dicen que pronto se traspasa la cloaca de Ortega Lara y muchos rumorean que Rubalcaba merece probarla, complejo de zulo mi casa a ver si un día secuestro alguno y le torturo mientras le leo al Argala [miembro de ETA]».

«A ver si ETA pone una bomba y estalla» / «Mataría a Esperanza Aguirre, pero antes, le haría ver como su hijo vive entre ratas».

Valtonyc

«[ETA i els GRAPO] són exemples de resistència».

Pablo Hasel.

Bé, doncs sí, a aquests tipus defensa la progressia (Ada Colau, per exemple) apel·lant a la llibertat d’expressió. Lletres que promouen l’assassinat i la tortura, tot molt instructiu. En canvi, les grolleries de Salvadó en una conversa privada li inhabiliten per al càrrec públic, segons l’alcaldessa de Barcelona, que ha recolzat en el seu compte de Twitter als dos rapers.

Són només un parell d’exemples del curiós criteri que tenen alguns a l’hora de defensar la llibertat d’expressió.

EL QUE ELS PROGRES O NACIONALISTES NO CONSIDEREN DIGNE D’EXPRESSAR LLIUREMENT

• El bisbe Xavier Novell va ser assetjat i esbroncat a Tàrrega, on va haver de ser protegit per la policia, per qüestionar-se si l’homosexualitat a Occident no estarà relacionada amb l’absència o desviament de la figura paterna.
• El pare Custodio Ballester, de l’Hospitalet de Llobregat, és una víctima recurrent de la nova dictadura. Va ser absolt de la denúncia que van presentar contra ell per homofòbia, en manifestar a la seva parròquia que ser gai «encara és pecat per molt que ho promoguin els poders públics» i que «la societat acabarà pensant que això de ser gai està ben i que és guay», afegint que les lleis fetes a mesura «ens porten cap a una dictadura en la qual no es pot discrepar».
• Philippe Ariño és un jove homosexual cristià que defensa que els homosexuals no han de tenir parella ni practicar sexe. Al febrer de 2017 va venir a Barcelona a fer una conferència i, com els seus plantejaments no agraden als col·lectius LGTB, ràpidament van demanar la prohibició de la xerrada (PSC, ERC i CUP es van pujar al carro). Però què s’ha pensat aquesta gent? És que tothom ha de pensar i dir, per collons, el que a ells els sembla bé? Demanen respecte, tolerància i llibertat, però, ves per on, no és recíproc. Com diu el refrany, «consejos vendo y para mí no tengo».
• I què dir de la campanya mediàtica i política contra el famós autobús de Hazte Oír? Va recórrer Madrid amb el missatge «Els nens tenen penis. Les nenes tenen vagina. Que no t’enganyin». L’autocar en qüestió va ser immobilitzat des del mes de març, argumentant l’Ajuntament de Madrid, diversos mitjans de comunicació, associacions LGTB i el jutjat nombre 42 de la capital que el missatge era ofensiu, homòfob i a saber quantes coses més.

El pitjor de tot és la hipocresia dels nous inquisidores, que defensen la llibertat d’expressió segons els convingui a ells, posant als peus dels cavalls a un polític que va ficar la pota en una conversa privada (convé remarcar-ho: PRIVADA) mentre recolzen a simpatitzants d’assassins, la blasfèmia o l’ultratge als símbols d’Espanya.