CORRECCIÓN POLÍTICA Y LIBERTAD DE EXPRESIÓN (castellano/català)
Lo peor de todo es la hipocresía de los nuevos inquisidores, que defienden la libertad de expresión según les convenga a ellos, poniendo a los pies de los caballos a un político que metió la pata en una conversación privada (conviene remarcarlo: PRIVADA) mientras apoyan a simpatizantes de asesinos, la blasfemia o el ultraje a los símbolos de España.